Cierran locales en el centro
En otra clara muestra de los efectos y estragos que la crisis ha ocasionado a las actividades comerciales en Saltillo, un total de 320 locales están cerrados y sin operación en el primer cuadro de la ciudad, mismo que ha dejado de ser negocio, porque los cierres y traslados a otros puntos están a la orden del día.
Reporteros de Vanguardia realizaron un conteo de los espacios en el interior del perímetro que conforman las calles General Victoriano Cepeda, Ramos Arizpe, Emilio Carranza y Presidente Cárdenas, y el número de cortinas abajo resulta verdaderamente alarmante; se trata de negocios de todos tamaños.
Son 320 locales sin actividad en esa gran manzana, y las calles líderes en locales en renta, en venta o sin letrero, “al fin y al cabo nadie pregunta”, son: Aldama, con 32, Allende y Manuel Acuña, con 26, Pérez Treviño, con 25; Múzquiz y Presidente Cárdenas, con 22.
Entre los cierres de mayor impacto en los últimos meses están sin duda las sucursales Aldama y Allende de Hemsa, negociación regiomontana de mercería que le había apostado en serio a Saltillo con tres puntos de venta en el primer cuadro, y que ahora sólo mantiene el primer eslabón ubicado en Manuel Pérez Treviño.
También en las últimas semanas Zapaterías Flores cerró su tradicional esquina de Victoria y Acuña, misma que trasladó al bulevar Pedro Figueroa, y también causa nostalgia el cierre de London, boutique de caballeros que tenía más de cuatro décadas de tradición en Saltillo, pero la lista crece semana a semana, porque definitivamente el flujo de efectivo ha comenzado a escasear en forma por demás dramática.
Ismael Duarte Cardona, presidente de la Asociación de Comerciantes Unidos del Centro
de Saltillo, dijo a VANGUARDIA que son dos los problemas que tienen así al primer cuadro de la ciudad: “Primero está el bajo poder adquisitivo que obliga a la gente a no comprar más que lo esencial; la canasta básica, algo de ropa, artículos escolares y de papelería sólo los necesarios, y parale de contar, no hay para mayores gastos”.
“Por otro lado —agregó el comerciante— está el excesivo desempleo, y en eso tenemos que ser claros, porque nuestra región es 100 por ciento automotriz, y esa industria está en paro, y por consecuencia todos los trabajadores, empleados y directivos de ese gremio no traen el suficiente flujo y de ahí el abatimiento que reflejan las ventas, y que están obligando a los negocios a cerrar”.
El dirigente comercial expuso que en la calle de Victoria hay casos de comercios que antes de que iniciara la remodelación tenían excelentes ventas, pero se vinieron abajo durante los trabajos que ahí se realizaron, pero cuando la obra fue terminada, nunca volvieron a levantarse ni a tomar el ritmo que antes traían, y la situación se complicó sobremanera”.
“Sin ventas y con gastos fijos muy considerables, como renta, energía eléctrica, teléfono, agua y gas, y por los gravosos impuestos, los comerciantes no pueden absorber lo difícil de la situación y los cierres siguen a la orden del día, pero aquellos que nos quedamos estamos tratando de sobrevivir anteponiendo calidad, servicio y atención personalizada, porque sólo así podemos competir con las grandes cadenas”, expuso el entrevistado.
Duarte Cardona, añadió: “Estamos haciendo la lucha con mucha decisión y dándole prioridad al empleo, porque esa es una responsabilidad social que tenemos, pese a que para nosotros no existen programas de apoyo accesibles, porque los créditos son verdaderamente inalcanzables y no están diseñados para que representen una verdadera ayuda, y en eso las autoridades tienen que recapacitar”.
Tomada de Vanguardia